Objective: To determine the characteristics of sleep patterns of primary health care professionals and their relation to continous medical attention and health care. Design: This is a multicenter, descriptive, cross-sectional study, consisting of a questionnaire completed by the participants. Setting: Toledo and Alcazar de San Juan health areas. Participants: General practitioners (GPs) and nurses. Main measurements: Sociodemographic, health care and characteristic sleep factors. Results: 281 professionals answered the questionnaire. Average age: 41.27 years (SD 8.76). 37.7% were men; 37.9% GPs; 72.2% were on duty. 31.7% reported that they have sleep disorders (CI 95% 26,65-38,46) irrespective of shift work, sex (31.6% men vs 31.2% women) or occupation (29.7% GPs vs 32.7% nurses). For 72.5% these sleep disorders influenced their daily activity and for 55.6% it influenced their behaviour. Of the professionals who were on duty, 18.8% took stimulants while doing shiftwork (there was no difference in sex or occupation) and 5.5% took sleeping pills, more GPs than nurses (10.7% vs 1.7%; X² 7.66; p<0.01). A total of 47.7% said that they have made errors when they come off duty, more GPs (65.1% vs 34.8%;X² 17.7, p<0.001) and men (57.8% vs 39.4% ; X² 6.63, p<0.05). A total of 29.6% had had an accident after a night shift. This was more frequent among nurses (21.2% vs 35%; X² 4.57; p<0.05). 76.1% admitted having a worse behaviour towards patients after having been on a shift. Conclusions: The prevalence of sleep disorders is similar to those of the general population. Shiftwork does not seem to increase these disorders, although they could be associated with a poorer quality of medical care and an increase of risk factors.
Objetivo: Conocer las características del sueño en profesionales de atención primaria y su relación con la atención continuada y con la actividad asistencial. Diseño: Estudio multicéntrico, descriptivo y transversal mediante cuestionario anónimo autocumplimentado. Emplazamiento: Áreas de Toledo y Alcázar de San Juan. Participantes: Médicos de familia y profesionales de enfermería. Mediciones principales: Variables sociodemográficas, de la actividad asistencial y de las características del sueño. Resultados: Contestaron 281 profesionales, con una edad media de 41,27 años (DE 8,76). La proporción de hombres fue del 37,7%, de médicos el 37,9% y de los que realizaban guardias el 72,2%. Refirieron trastornos del sueño el 31,7% (IC95%: 26,65-38,46), sin diferencias significativas respecto a la realización de guardias, al sexo (31,6% hombres vs 31,2% mujeres) ni a la profesión (29,7% médicos vs 32,7% enfermeros). Para un 72,5% estos trastornos influían en su actividad habitual y para el 55,6% en su conducta. Entre los profesionales que realizaban guardias, un 18,8% tomaba estimulantes durante ellas (sin diferencias por sexo ni profesión) y el 5,5% relajantes, más los médicos que enfermería (10,7% vs 1,7%; X² 7,66; p<0,01). El 47,7% refirió haber cometido errores postguardia, más los médicos (65,1% vs 34,8%; X² 17,7, p<0,001) y los varones (57,8% vs 39,4%; X² 6,63, p<0,05). Un 29,6% había sufrido algún accidente postguardia, siendo mayor en enfermería (21,2% vs 35%; X² 4,57; p<0,05). Para un 76,1% fue peor el trato a los pacientes postguardia. Conclusiones: La prevalencia de trastornos del sueño encontrada es similar a la de la población general. Las guardias no parecen asociarse a dichos trastornos, pero sí podrían relacionarse con una peor calidad asistencial y un aumento de los riesgos.